Las nuevas versiones a menudo suponen un desembolso económico menor, aunque ahora también ya fabrican las versiones pro, superiores técnicamente pero consumiendo más que las versiones originales. Sin embargo, vamos a centrarnos en las versiones comúnmente denominadas como “Slim” o “Lite” y los verdaderos propósitos de esta estrategia comercial.
¿Suponen un verdadero ahorro económico y energético?
Si comparamos las características técnicas de todas las versiones de la misma generación de consolas nos daremos cuenta de que en términos generales las versiones compactas sacrifican sus dimensiones y la calidad de sus especificaciones técnicas en pro de una mayor capacidad de almacenamiento interno y un menor gasto de luz gracias a la reducción de su tamaño.
Según un estudio realizado por la importante compañía energética alemana E.on, el consumo estimado de energía eléctrica (suponiendo el uso de estos dispositivos durante 2 horas diarias a lo largo de todo un año) refleja lo siguiente:
- Xbox One X (36€ anuales)
- PlayStation 4 Pro (34 € anuales)
- Nintendo Switch es la más barata (3€ anuales)
Al igual que nos fijamos en cuánto cuesta dar de alta el gas o en cuánto cuesta en dar de baja la luz, las fabricantes de videoconsolas también miran ese tipo de detalles.
Respecto a las anteriores generaciones de videoconsolas cabe destacar que su consumo es mayor que las actuales. Esto quiere decir que existe una tendencia real por parte de las compañías en el desarrollo de productos que ofrezcan una mayor calidad de imagen y mejor experiencia de juego a un menor coste energético. Sin embargo, no podemos olvidar el alto desembolso inicial que esto supone y teniendo en cuenta que hoy en día el concepto “generación” en el mundo de los videojuegos ya no dura tanto como antes (de 10 años puede verse reducida a menos de la mitad), así que esta estrategia al final no es tan beneficiosa para los usuarios.
¿Por qué y para quién se hacen reediciones de videoconsolas?
Si la primera versión de Nintendo Switch actualmente es la videoconsola de esta generación que más energía ahorra, ¿por qué Nintendo sigue estando interesada en la fabricación de una segunda versión?
Es posible que esta alternativa 100% portátil sea más barata, pero quizá no lo suficiente para que los gamers estén dispuestos a sacrificar la conexión del periférico al televisor. No olvidemos que también este es el único sistema de juego que nos proporciona al menos una resolución full HD, mientras que el modo portátil se estanca en el simple HD; (recordemos que hoy en día ya existen tablets y smartphones 2K y 4K…)
Tampoco es que el nivel de batería por parte de este nuevo modelo vaya a suponer una revolución que haga que merezca la pena. Mientras que la Switch original se carga en 3 horas y da para 6 horas de juego, la Switch Lite se carga en 4 horas y dura 7 horas. Por tanto: 1 hora más de juego requiere 1 hora más de carga. ¡No nos salen las cuentas a nivel de ahorro energético!
Es posible que la Nintendo Switch Lite esté pensada para un público más infantil, a quien no le importe tanto la calidad de imagen sino que valora la experiencia de poder jugar en cualquier lugar. Sin olvidar a los fanboys de Nintendo, que no van a escatimar en gastos cuando se lancen las ediciones coleccionista basadas en las sagas más exitosas de la compañía.
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