Una situación muy peligrosa
La noticia sobre el anuncio de Argelia de romper relaciones comerciales suscita preguntas muy parecidas a cuando nuestra pareja nos deja. Además del dolor que sentimos por el apego sentimental y la sensación de abandono, llegan las siguientes cuestiones, ¿quién se quedará con los niños, el piso o el coche?, ¿existe la custodia compartida para los perros? Ahora muchas ciudadanos se preguntan también, ¿qué pasará con el suministro de gas de Argelia? Después de lo que ha pasado con Rusia, esto nos llega en el peor momento.
Ya sabéis que en Companias-de-luz.com nos gusta explicar las cosas bien, y por ello queremos contextualizar la información para que entendáis bien que ha pasado, empezando por el principio. Hace 4.000 millones de años se formó la Tierra... no, un poco más adelante. El Sáhara fue una colonia de España, hasta que en 1975 el régimen franquista decidió abandonarles a su suerte, manteniendo un estatus de poder administrador. A partir de ese año los acontecimientos se sucedieron muy rápido. El Sáhara declaró su independencia pero Marruecos, hábilmente, supo enmascarar una invasión enviando a civiles acompañados de unidades militares camufladas.
Gran parte del territorio fue ocupado por la monarquía marroquí, y solo una parte resistió, conocida como el Sahara Occidental. Este conflicto, que lleva enquistado más de 40 años y enfrenta a Marruecos y Argelia, ya que este último desaprueba la invasión del Sáhara. "Marruecos está tratando de manera miserable de crear un estado de confusión y engaño en la escena nacional e internacional, y entre la opinión pública, y lo hace falsificando un paralelismo con el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, reconocido y legitimado a nivel internacional y por las decisiones de la ONU" .
El volantazo del ala socialista del Gobierno es una bomba atómica
Durante todo este tiempo España ha preferido hacerse un poco la sueca, pero con peineta y mantuvo una postura de respeto por la independencia del Sáhara y en compatibilidad con la postura de la ONU (Organización de Naciones Unidas), que en una resolución de 1977 se decantó por el derecho del pueblo saharaui a la libre autodeterminación.
Pero todo eso cambió en 2022. El socio mayoritario del Gobierno de coalición (es decir, el PSOE, ya que Unidas Podemos se ha manifestado del todo en contra) ha dicho que la propuesta de Marruecos de transformar al Sáhara en una autonomía es la "base más seria, realista y creíble para poner fin a la disputa de décadas por el vasto territorio". ¿Y por qué han cambiado de opinión? Si eres un ávido lector de este blog ya habrás intuido que no hay ningún cambio de opinión. Simplemente España necesita llevarse muy bien con Marruecos para que no deje llegar a los inmigrantes hasta las vallas con cuchillas, ya que queda muy mal por televisión.
Desde entonces Argelia se ha enfadado con nosotros y ya no nos habla más. De hecho su gobierno ha suspendido con carácter inmediato el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España. Después de congelar sus relaciones comerciales exteriores con nuestro país y acusar al Ejecutivo de Pedro Sánchez de eludir su responsabilidad como poder administrativo, alega que "la autonomía planteada desde Marruecos forma parte de una política colonial de hechos consumados" mediante argumentos falaces bajo una fórmula ilegal e ilegítima".
Y por fin llegamos a la pregunta del titular, ¿Qué pasa con el gas de Argelia tras las ruptura de relaciones? El 40% del gas que consume España llega a través de Argelia, y con lo que está sucediendo en Ucrania y el posible veto a Rusia no está la cosa como para ir desechando proveedores. Pero tranquilos, pues parece que de momento no habrá tales problemas. El suministro de gas es en realidad un contrato entre Naturgy y Sonartrach, por lo que el suministro está asegurado hasta 2032. Eso sí, los precios se revisan cada tres años, así que podría haber una presión para que se subieran los costes y entonces, las facturas de gas y luz subirían más todavía.
Las consecuencias de la ruptura de relaciones
Los titulares de los medios de comunicación contrarios al Gobierno de coalición, es decir el 90%, están que trinan y ya anuncian el apocalipsis. Pero sí hay algo de cierto en esta problemática, y es que ponen en riesgo las transacciones comerciales entre las empresas de un país y el otro. Algunos medios hablan de hasta 7.000 millones de euros al año en juego, un 0,6% del Producto Interior Bruto, principalmente por el gas, otros como Publico dejan a un lado la especulación sobre el gas y hablan sobre lo que ya es tangible. Un total de 1.887 millones de euros anuales de exportaciones enviadas hacia Argelia y las importaciones valoradas en 4.768 millones de euros en riesgo.
Los hechos más visibles estarán sobre el sector agropecuario, ya que España importa de Argelia carne, pescado, aceite o cereales y esto podría notarse rápidamente en los supermercados ya que estamos hablando del cuarto principal importador de alimentos. Por otro lado, Argelia fue el tercer comprador de carne y verdura de España, ojo, el tercer comprador, con transacciones por valor de más de 400 millones de euros, según los datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Por el contrario, si hablamos de financias, cabe mencionar que Argelia ocupa el puesto 51 en inversiones hacia empresas españolas, mientras que España tampoco es un gran inversor de la economía argelina. ¿Y qué sucede con los contratos de desaladoras y otras infraestructuras de Abengoa, Sacyr y Cepsa? Parece que al tratarse de acuerdos privados, no deberían poder rescindirse. Según la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera que la ruptura de contratos podría llevar a los dos países a los tribunales, aunque ha pedido cautela y espera que esta situación no se produzca.
De cualquier forma las críticas han llegado de todos los lados. Desde la oposición se habla de irresponsabilidad y cambio radical de las posiciones, desde parte minoritaria del Gobierno, Unidas Podemos y los socios de investidura, se habla de traición al pueblo saharaui. Viendo cómo está el panorama, algunas analistas se preguntan si ha valido la pena escoger a Marruecos y si tan desesperada era la situación migratoria en la frontera. ¿Quizá exista algo que se nos escapa?
El futuro energético de España
Mientras las importaciones de gas a Estados Unidos han aumentado por arte de magia, tal y como ya anunciaban algunos expertos tras el golpe de Estado en Kiev en 2014, España exportó energía eólica por un valor de 11.000 millones de euros en el último lustro, con un valor de más de 2 millones de euros al año. Los principales países de destino para la electricidad producida con aire son Francia Italia y Alemania, sin olvidar otros 19 europeos y 18 países de América, además de algunos de Asia y África. Actualmente España cuenta con 195 centrales de producción en una docena comunidades autónomas, y con más de 1.000 parques eólicos en 750 municipios de forma aproximada.
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