Acuerdo de Marrakech- necesitamos objetivos más exigentes
En una lucha incansable, a nivel mundial, por reducir el impacto del calentamiento global en la tierra, los representantes de los 200 países más importantes del mundo se reunieron del 7 al 18 de Noviembre del pasado año 2016 en Marrakech (Marruecos) para negociar acerca de una de las partes que forma el Protocolo de Kyoto y la primera parte de la Conferencia del Acuerdo de París.
Durante la Conferencia en tierra africana, cada país expresó la forma en la que han perseguido los objetivos del pacto, en qué estado se encuentra nuestro planeta y cómo le va a afectar el calentamiento global si los países del mundo no logran ser más exigentes con el acuerdo.
Además de, crear una hoja de ruta para los objetivos, redactar y readaptar las normas para asegurar el cumplimiento de la promesa que hicieron todos los países que se comprometieron con el acuerdo.
A medio camino de lograr el Acuerdo de París
Tras fijar 2018 como el año donde las normas aplicadas en el Acuerdo de París debían de ser completadas, el Consejo de Asuntos Exteriores manifestó las conclusiones a las que les había llevado el comportamiento y la actuación de los diferentes países en la vigesimo segunda reunión del acuerdo más importante sobre cambio climático de la historia.
Manifestaron la importancia de la cooperación y apoyo entre países, en especial, para ayudar a los países más vulnerables y con más posibilidades de sufrir las consecuencias del calentamiento global en un futuro cercano.
Destacaron y reforzaron la idea de que el calentamiento global es un hecho y que existen claras evidencias científicas que lo demuestran y que, por esto motivo, lograr un aumento sólo de 1.5ºC en la temperatura global con respecto a la temperatura de antes de la industrialización es clave y necesario.
Además, reconocen que cumplir con los objetivos del acuerdo no es un propósito sencillo y que implica un fuerte impacto en la seguridad y la estabilidad social y económica a nivel nacional de cada país y que por lo tanto es necesario tomar unas medidas drásticas que no afecten de forma negativa a la calidad de vida de las personas.
Insisten en que es preciso reformar las leyes que regulan la venta y el consumo de carbón y combustibles fósiles para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y así, a la misma vez, crear un flujo financiero hacia un desarrollo sostenible.
Recalcan su apoyo incondicional por un alto nivel de ambición en el proyecto y compromiso por cumplir con las metas propuestas en el acuerdo y no pierden la esperanza de poder frenar las alarmantes consecuencias del cambio climático.
¿Qué será lo siguiente?
Tras declarar el calentamiento global como la mayor amenaza mundial irreversible y urgente, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha cerrado la fecha 23 de Septiembre de este año 2019 para celebrar la Cumbre del Cambio Climático (COP25) en Nueva York donde ciudades, gobiernos, empresas e inversores importantes de todo el mundo se reunirán para diseñar un plan de acción más ambicioso ya que las estrategias propuestas en el Acuerdo de París se consideran insuficientes para cumplir con los objetivos a largo plazo y frenar el cambio climático que nos está empujando al suicidio.
En la sede de Estados Unidos, país que renunció a continuar con el acuerdo bajo la decisión de Donald Trump, ya han adelantado que la idea principal de la cumbre neoyorquina será centrar la inversión de los países en una producción y un consumo de energía mucho más bajo en emisiones y más sostenible. De momento, el planeta continúa estando en una desesperada cuenta atrás y a la espera de la solución definitiva el 23 de Septiembre de 2019.
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