La Semana Europea de la Movilidad 2022

Arranca una vez más pero esta vez sin restricciones la Semana Europea de la Movilidad. Y aunque suena a uno de esos días del calendarios que se consagran a una causa justa pero por lo que no se hace gran cosa, en este caso se trata de una campaña de sensibilización de la Comisión Europea sobre movilidad urbana sostenible. El tema que se ha decidido tratar este año 2022 es 'Mejores conexiones' y tiene como objetivo difundir los beneficios del uso de modos de transporte sostenibles, explican desde Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La Semana Europea de la Movilidad pretende fomentar el transporte público, el cambio de comportamiento a favor de la movilidad activa y otras soluciones de transporte limpias e inteligentes.  Cada vez son más los municipios y ciudades que se unen cada año, y por la campaña sigue llevando a Europa hacia la movilidad urbana sostenible.

Datos sobre el problema de los coches

El uso masivo de los transportes privados que funcionan con combustibles fósiles emiten gases de efecto invernadero como el CO2 (dióxido de carbono). A continuación mostramos algunos datos y ciferas obre esta problemática:

1. El transporte es el culpable de cerca de una cuarta parte de las emisiones de CO2 en la Unión Europea en 2022.
2. El 71% de las emisiones de gases de efecto invernadero que provoca el transporte proceden de la movilidad por carretera, según el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente
3. El transporte es el único sector en el que las emisiones de gases de efecto invernadero se han incrementado en los últimas treinta años, con un aumento  del 33% entre 1990 y 2022.
4. Las emisiones de CO2 en movilidad de pasajero cambian de una forma significativa según el medio. Los coches son el principal medio de transporte contaminante, con un 60,6% del total de las emisiones de CO2 del transporte en carretera de Europa.

Con estos datos podemos vislumbrar que el uso del coche privado se ha convertido en un problema no solo para Europa, sino también para todo el mundo. Además se trata de un problema evitable en muchos casos, ya que según el informe de Evolución de las emisiones de CO2 en la UE por sectores (1990-2019) de la Agencia Europea del Medio Ambiente la media de ocupación de los coches es de 1,6 ocupantes por vehículo.

El Día sin coches

Pese a que habíamos dicho al inicio que la Semana Europea de la Movilidad no se trataba de un mero día en el calendario, lo cierto es que sí se ha celebrado un día especial, el cual ha sido el epicentro de esta semana. Se trata del Día sin coches y se ha celebrado el 22 de septiembre. ¿Qué significa un día sin coches? Pues un día en el que se anima a los ciudadanos a que usen el otros medios alternativos para moverse en lugar de usuar su coche.

Durante el Día sin coches se organizan diferentes actividades para impulsar la recuperación de espacios para peatones y ciclistas y el uso del transporte público, como el metro, el tren, el autobús o el tranvía. En algunos lugares como en Zamora durará tres días con autobús urbano y el parking de la plaza de San Martín gratis. De esta forma la ciudad celebra la semana de la movilidad con tres días de transporte público y el parking de San Martín gratuito. El Ayuntamiento de Zamora y la Dirección General de Tráfico realizarán además numerosas actividades que se desarrollarán entre el 15 y el 22 de septiembre.

Por esta y otras medidas similares en algunas ciudades se ha reducido el tráfico y aumentado el uso del transporte público hasta un 30%. En otras se ha elegido su propia fecha como un compromiso local, como es el caso de París que lo celebro el 18 de septiembre bajo el lema "París respira". Esta inicitiva que se inició en Londres en 1994 y en el año 2000 pasó a formar parte de la Semana Europea de la Movilidad como un día en el que se invita a la gente a hacer un pequeño esfuerzo y dejar su vehículo privado aparcado.

¿Cuáles son las medidas que se proponen en la semana sin coches?

La Semana Europea de la Movilidad propone alguna de la siguientes medidas:

• Introducir nuevos objetivos de emisiones de CO2, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadoer de los nuevos turismos y vehículos comerciales ligeros como furgonetas en un 15% para 2025 y un 55% para los coches y del 50% para las furgonetas en 2030, con el fin de llegar a un nivel cero de emisiones en 2035.
• Un nuevo sistema de comercio de emisiones (ETS) para el transporte por carretera y los edificios.
• El incremento de la cuota de combustibles renovables en el transporte.
• Una reedición de las leyes sobre infraestructuras de combustibles alternativos para aumentar su capacidad.
• La supresión de las ventajas fiscales para los combustibles fósiles.

De esta forma se persigue que los ciudadanos opten por preferir tomar el transporte público en lugar de coger el un vehículo de gasolina o diesel

¿Por qué es tan importante reducir las emisiones?

Muchas personas siguen dudando sobre si realmente la actividad humana es responsable de la emergencia climática que vive nuestro planeta. Incluso algunos dudan incluso de que se esté produciendo un cambio climático. Pero lo cierto es que no solo se ha demostrado, sino que además hace tiempo empezaron a salir las primeras teorías que atisbaban ya "la forma esférica de la Tierra". ¿Quieres saber más?

El primero de ellos fue Svante Arrhenius, un científico sueco premio Nobel de la física que en 1905 hizo un cálculo sobre el recién descubierto efecto invernadero que permitía la vida en el planeta gracias a la atmósfera. Arrhenius estimó que si la humanidad liberaba cantidades suficientemente grandes de gases de efecto invernadero, podría producirse un calentamiento global que aumentaría la temperatura del planeta. En base al CO2 que emitía la industria en el siglo XXI, consideró que se tardarían 3.000 años en llegar a 5ºC. Por supuesto, nadie le creyó, y en parte estaba equivocado.

Lo que no supo ver el pobre Svante es que la industria y forma de vida humana del siglo XX y XXI multiplicaría exponencialmente las emisiones de su época. En solo 117 años después de su predicción, los científicos del Comité Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han avisado de que si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, para finales de siglo la temperatura del planeta subirá hasta 3,4 ºC, lo que provocará cientos de millones de muertes en los países más vulnerables por las sequías, inundaciones y catástrofes naturales.

Pero, ¿cómo puede saber la ciencia que va a pasar eso? Según los últimos estudios procedentes de diversas fuentes, es decir, que no hablamos de un señor oscuro que dicta a todos lo que deben decir, a través del estudio de placas de hielo y extracciones en capas profundas de la Tierra, se puede analizar cuál ha sido la variación de la temperatura en los últimos 250 millones de años. Estas variaciones siempre han sido constantes, salvo ahora, cuyo aumento de temperatura en inaudito. Esto explica cómo saben que desde el inicio de la revolución industrial todo ha empezado a cambiar.

Además, los síntomas de que el planeta se está calentando son evidentes. Deshielo de los polos, desaparición de glaciares, muerte de corales y formas de vida submarina por el aumento de temperatura del agua. Temporales con tornados y huracanes que nunca se han visto antes y vaciamiento de embalses que muestran el futuro que le espera a la humanidad. Las migraciones serán masivas y la muerte de los más pobres inevitable. Por otro lado, existe un estudio que muestra como solo 90 empresas son responsables del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Qué podemos hacer para impedirlo? Para empezar, dejar de depender de estas empresas de combustibles fósiles. Y un buen gesto para empezar es tratando de hacer un uso mayor de los transportes públicos y, aunque sea solo por un día, dejar el coche en casa.