Cada 5 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, una iniciativa global liderada por la ONU destinada a concienciar y promover acciones a favor de la sostenibilidad ambiental. En 2024, el enfoque se centra en la restauración de tierras, la lucha contra la desertificación y el fortalecimiento de la resiliencia ante la sequía, áreas críticas para la supervivencia humana y la salud del planeta.

Restauración de Tierras: Un Imperativo Urgente

La recuperación de tierras es una prioridad mundial ante el aumento continuo de la degradación del suelo. La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) señala que anualmente se pierden 75.000 millones de toneladas de suelo fértil debido a esta degradación. La desertificación y la sequía, fenómenos que están estrechamente vinculados, empeoran esta situación, resultando en la pérdida anual de 12 millones de hectáreas de tierra.

En este contexto, la ONU ha lanzado la campaña «Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración», subrayando la necesidad de rehabilitar los ecosistemas terrestres degradados y fortalecer la capacidad de las comunidades para resistir y recuperarse de las sequías. Estos esfuerzos son vitales no solo para la conservación del medio ambiente, sino también para la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de millones de personas.

El Triple Desafío Ambiental

Degradación de Tierras

La degradación de tierras implica el deterioro de la calidad del suelo provocado por factores como la deforestación, el sobrepastoreo, prácticas agrícolas no sostenibles y el cambio climático. Este problema afecta hasta el 40% de las zonas terrestres del planeta, impactando directamente a la mitad de la población mundial. No solo disminuye la productividad agrícola, sino que también eleva los precios de los alimentos, agrava la inseguridad alimentaria y fuerza a las personas a migrar en busca de mejores condiciones de vida.

Desertificación

La desertificación es una forma extrema de degradación de tierras que afecta especialmente a las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas. En España, más de dos tercios del territorio están potencialmente afectados por este proceso. En respuesta, el gobierno español implementó en 2022 la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, que propone medidas hasta 2030, incluyendo la restauración de terrenos y el desarrollo de proyectos piloto.

Sequía

La sequía, un fenómeno natural agravado por el cambio climático, ha aumentado en frecuencia e intensidad. Desde el año 2000, los periodos de sequía han aumentado un 29%. Actualmente, 2.300 millones de personas viven en condiciones de estrés hídrico, y 160 millones de niños están expuestos a sequías severas. En Europa, ha habido 45 grandes sequías en el siglo XX, resultando en pérdidas económicas significativas. En España, la sequía de 2023 generó pérdidas de 5.500 millones de euros.

Soluciones y Acciones

Gestión Eficiente del Agua

El sector del agua juega un papel crucial en la mitigación de la desertificación y la mejora de la resiliencia ante la sequía. La gestión integrada de los recursos hídricos es esencial para mantener la disponibilidad de agua durante periodos de escasez. La implementación de sistemas de monitorización y control en tiempo real facilita la toma de decisiones y optimiza los procesos operativos.

En el sector agrícola, es vital promover técnicas de riego más eficientes y controlar los regadíos ilegales. El uso de tecnologías avanzadas para monitorear y gestionar el riego, junto con el cambio a cultivos más resistentes al estrés hídrico, ayuda a los agricultores a adaptarse mejor a las condiciones de sequía.

Reutilización y Desalación

La reutilización y desalación de agua son estrategias clave para asegurar el abastecimiento durante periodos de escasez. La reutilización de aguas residuales tratadas para usos agrícolas y urbanos maximiza el uso de cada gota de agua. Además, la inversión en plantas desalinizadoras proporciona agua potable en zonas costeras y apoya la agricultura en áreas afectadas por la sequía.

Restauración de Ecosistemas

La restauración de humedales es fundamental para mitigar los efectos de las sequías. Estos ecosistemas actúan como esponjas naturales, absorbiendo y reteniendo agua, y eliminando contaminantes. La protección y restauración de estos ecosistemas son esenciales para mantener la biodiversidad y la calidad del agua.

Proyectos en Acción: Casos de Estudio

Honduras: Corredor Seco Centroamericano

Honduras es uno de los países más gravemente afectados por la desertificación y la sequía, con 140 de sus 298 municipios localizados en el Corredor Seco Centroamericano. La economía hondureña depende en gran medida de la agricultura, y las alteraciones en los patrones de lluvia junto con las temperaturas extremas han disminuido la producción agrícola, afectando tanto la seguridad alimentaria como económica de miles de familias.

Manos Unidas, en colaboración con socios locales, está implementando proyectos para mejorar la resiliencia de las comunidades. Estos proyectos incluyen la formación en sistemas de riego, información climática y agroecología. Además, se están llevando a cabo acciones para mejorar la seguridad alimentaria y diversificar los cultivos, incrementando así los ingresos de los agricultores.

Guatemala: Fortalecimiento del Tejido Social

En Guatemala, la Asociación de Formación para el Desarrollo Integral (AFOPADI) trabaja para fortalecer el tejido social y comunitario de manera integral, beneficiando a alrededor de 3.000 personas en el municipio de San Ildefonso Ixtahuacán. Sus iniciativas incluyen la capacitación en técnicas agrícolas sostenibles, la creación de sistemas agroforestales y la promoción de prácticas para la conservación del agua.

Italia: Hacia un Futuro Sostenible

Italia enfrenta un déficit ecológico significativo, habiendo consumido las recursos disponibles para 2024 ya el 19 de mayo. Este hecho subraya la necesidad urgente de adoptar prácticas sostenibles. Entre las acciones recomendadas están la reducción del uso de plásticos, el ahorro de energía, la plantación de árboles y la elección de productos sostenibles.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2024 subraya la urgente necesidad de restaurar las tierras degradadas, frenar la desertificación y aumentar la resiliencia ante la sequía. La gestión eficiente del agua, la protección y restauración de ecosistemas y el fortalecimiento de las comunidades son acciones fundamentales para abordar estos desafíos. A través de la cooperación global y el compromiso individual, podemos construir un futuro sostenible para nuestro planeta y las generaciones venideras.

La restauración de tierras y la resiliencia ante la sequía no solo son esenciales para la supervivencia de millones de personas, sino también para la salud y el bienestar del planeta. Es nuestra responsabilidad colectiva actuar ahora para proteger nuestro medio ambiente y asegurar un futuro sostenible para todos.

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