¿Por qué mi recibo de luz es más caro?

Razones por las cuales el recibo de luz puede subir

Entre las razones por las que el recibo de luz puede subir se encuentran:

• Razones geopolíticas: la reducción de importaciones de gas ruso y el aumento de importación de gas licuado desde Rusia y EE. UU. han encarecido el gas natural.
• Especulación con materias primas: grandes fondos de inversión especulan en mercados a futuro, agravando el aumento del precio del gas natural.
• Fijación en el mercado eléctrico: el sistema marginalista en la UE fija el precio de la electricidad según la energía más cara, como el gas, lo que eleva el precio de la luz. También influye el coste de emisiones de CO₂.
• Causas climatológicas: el frío o calor extremo incrementa la demanda energética, aumentando el uso de combustibles fósiles. La falta de viento, por ejemplo, puede reducir la aportación de energías renovables.

El precio varía en función de donde vivas

Los datos ponen de manifiesto que los consumidores pagarán un precio distinto por la electricidad según donde vivan y, además, las necesidades energéticas serán diferentes al contratar tarifas de luz y gas.

No es lo mismo una provincia en la que haya muchas horas de sol y una temperatura más o menos estable a lo largo del año, como pueden ser las Islas Canarias, que una zona de clima continental con temperaturas extremas tanto en invierno como en verano como sucede en Castilla-La Mancha. Todo esto hace que la tasa de pobreza energética en España sea bien distinta entre regiones.

San Sebastián y Bilbao las ciudades con la energía más cara de España

Como consecuencia de las variaciones climáticas que repercuten en el alza de consumo, se estima que ha registrado que las ciudades con las facturas de luz más caras de España son San Sebastián y Bilbao, con un gasto un 1% superior a la media española, 530 euros al año y donde menos se ahorra en los recibos de luz.

La pobreza energética

Cuando se habla de pobreza energética en países desarrollados como España, se refiere a la imposibilidad de los clientes de hacer frente a los costes de la energía consumida, de la ausencia de posibilidades de implementar la vivienda para que ésta sea eficiente o bien de aquellos consumidores que están consumiendo menos de lo que verdaderamente necesitan para no tener problemas en los pagos.

La tasa de pobreza energética ha bajado ligeramente en el último año, según consta en el estudio informe anual de indicadores de pobreza energética en España de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas. La pobreza energética ha pasado del 13,1 % de 2022 al 12,7% en 2023 según el cálculo del Ingreso Mínimo Estándar, es decir, el gasto desproporcionado basado en ingreso mínimo.

¿Cuál es la ciudad más pobre energéticamente?

Sevilla, especialmente en algunos barrios como Los Pajaritos-Amate, que es conocido por sus altos índices de pobreza en general, lo que incluye pobreza energética. Es una de las zonas con menor renta media en España, y la combinación de bajos ingresos y viviendas mal aisladas incrementa la dificultad para mantener una temperatura adecuada en invierno y verano.

La comunidad autónoma con un un mayor indicador de pobreza energética es Extremadura, donde el índice de dificultades para hacer frente a las facturas se eleva al 26,5 % de los hogares.

La ley en Cataluña que recurrió el Constitucional

Caso aparte es lo ocurrido en Cataluña en el año 2015. Y es que este decreto fue recurrido por el Tribunal Constitucional al tomar en cuenta que dicha normativa era competencia del estado español y no de las comunidades autónomas.

A pesar de esto dicha anulación no afectó a los consumidores en situación de vulnerabilidad de Cataluña ya que continuaba la ley 24/2015, que entre otras cosas establece acciones para acabar con la pobreza energética.

Incremento del consumo

El aumento en el consumo energético es un factor clave que puede afectar directamente la factura de luz y gas. Este incremento puede deberse a diversas causas, tanto externas como internas, que impactan el coste final. Algunas razones incluyen:

• Cambios climáticos: En invierno, el uso de calefacción aumenta, mientras que en verano, el aire acondicionado incrementa el consumo.
• Aumento del tamaño del hogar o nuevas necesidades: Más personas o dispositivos eléctricos adicionales elevan el consumo.
• Electrodomésticos ineficientes: Los aparatos antiguos o con bajo rendimiento energético consumen más electricidad.

Errores en la facturación

Un error común es la lectura incorrecta del contador de luz. Las compañías pueden estimar el consumo basado en registros previos, generando facturas inexactas si el consumo ha variado.

Además, la aplicación incorrecta de tarifas puede llevar a cobros indebidos o a la falta de aplicación de descuentos, como el bono social.

Otro problema es la falta de claridad en los términos contractuales, donde cambios en precios o condiciones no se notifican adecuadamente, resultando en sorpresas en la factura.

¿Qué hago ante un caso como este?

Enfrentarse a un error en la facturación o a un incremento inesperado del consumo puede ser frustrante. Aquí hay algunos pasos a seguir para resolver la situación:

1. Revisa la factura detalladamente: Compara los datos de consumo con lecturas anteriores, verifica si hay cargos inusuales y asegúrate de que se aplican las tarifas correctas.
2. Contacta a la compañía eléctrica: Llama al servicio de atención al cliente de la comercializadora para exponer el problema. Guarda los números de referencia y toma nota de los nombres de los agentes con los que hables.
3. Solicita una revisión del contador: Si crees que el consumo no es realista, pide a la compañía una inspección del contador para comprobar que no haya fallos. Con los contadores digitales esta gestión se puede hacer telemáticamente.
4. Presenta una reclamación formal: Si no obtienes respuesta o solución, presenta una reclamación formal a la empresa, preferiblemente por escrito, detallando el problema y las comunicaciones previas.