El candidato Lula de Silva ha conseguido sumar unos 57 millones de votos que se traducen en un 48.4%, con lo que no consigue la mayoría absoluta. Por otra parte el actual presidente del Brasil Jair Bolsonaro, con su propuesta de extrema derecha ha conseguido sumar 51 millones de votos, lo que supone un 43.2%. La sorpresa ha sido que las encuestas daban una victoria más clara a Lula Da Silva sin necesidad de segunda vuelta, pero este no va a ser el caso.
El próximo 30 de octubre los ciudadanos de Brasil volverán a las urnas para decidir su próximo presidente. Aunque se pronostica que Lula de Silva vencerá, nada se puede dar por hecho. Bolsonaro ha conseguido muchos apoyos en las grandes ciudades como Río de Janeiro o São Paulo. Mientras que Da Silva ha ganado el primer lugar con el soporte de regiones más pobres del país.
Lula da Silva, sumaría Brasil a los gobiernos izquierdistas de América Latina
Tras la victoria de Gustavo Petro en Colombia o de Gabriel Boric en Chile, Lula de Silva posicionaría a Brasil en la línea de políticas de izquierdas que los países de América Latina han ido tomando en los últimos años. Cabe destacar que a parte de los países que se han sumado a esa tendencia recientemente, también los hay como Argentina o Venezuela que llevan muchos años bajo gobiernos de izquierda que han provocado grandes emigraciones de personas y profundas crisis económicas que no tienen perspectiva de mejora en el corto plazo.
Jair Bolsonaro, posicionaría Brasil en el ultraconservadurismo
El actual presidente que muchos han llamado el “Trump tropical” podría seguir implementando sus políticas muy alineadas a la derecha más conservadora si consigue mantenerse en el poder. Así pues también encontraría apoyos en el extranjero, recientemente Italia ha apostado por Giorgia Meloni, una candidata que tendrá que formar gobierno pero que tiene todos los números de poder gobernar.
Entre los temas que han podido empoderar los discursos de cada candidato, encontraríamos a Lula con el soporte de la Amazonía contraponiéndose a las políticas ultraliberales de abrir la selva y la minería y la deforestación prácticamente sin regulación.
Y a Bolsonaro le han ofrecido su confianza millones de cristianos evangélicos que se encuentran en Brasil, el actual presidente no duda en posicionarse al costado de la iglesia y defender el cristianismo.
Un mundo de extremismos
La situación que se ve en Brasil no es un caso aislado, como hemos mencionado la polarización política es un fenómeno que ya ha ido en auge en los últimos años. Conflictos armados como la guerra entre Rusia y Ucrania y la intervención de la OTAN en la guerra hacen tensionar aún más la estabilidad internacional.
En el contexto europeo por ejemplo hay un intenso debate sobre qué políticas deben aplicarse para afrontar la crisis energética que se está viviendo en gran parte por la Guerra de Rusia y Ucrania. Los gobernantes como la futura presidenta de Italia suman más incertidumbre a la Unión Europea sobre qué decisiones tomar y qué políticas aplicar.
La difícil situación del congreso de España
Muchos son los países que dentro de los mismos tienen radicales, en España encontramos a Vox, un partido muy conservador partidario de políticas neoliberales afín a la ideología de Bolsonaro. Y en el otro extremo está Podemos, partido de extrema izquierda vinculado al comunismo que ha conseguido entrar en el gobierno de la nación. Lula da Silva lo encontraríamos más cerca de ese espectro político que del centro.
Brasil tiene un sistema democrático presidencialista con lo cual el que gane en la segunda ronda tendrá todo el poder, como casi lo obtuvo la candidata derechista del Frente Nacional Marine Le Pen en Francia o pudo Trump revalidar su poder en los Estados Unidos. No obstante en España los partidos tienen que pactar para formar gobierno, aún así el partido de centro-izquierda que gobierna ha permitido la entrada a la extrema izquierda y pactado con el separatismo para mantenerse en el poder por esta legislatura dejando de lado lo que podría haber sido una coalición con el principal partido de la oposición de centro-derecha.
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