Resumen: Helena nos cuenta su experiencia sobre cómo consiguió reducir el gasto eléctrico de su casa de una 40% durante la cuarentena.

Mi nombre es Helena y tengo desde hace 6 años mi propio bar de tapas en Barcelona. El pasado mes de Marzo toda mi vida dio un giro de 180º cuando vi que mi negocio y mi economía se paralizaron por completo como a muchos otros españoles.

Seguidamente hubieron días de mucho estrés y de sobretodo mucha reflexión. Le daba constantemente vueltas a la cabeza de cómo iba a gestionar esta situación con mi negocio y también con mi economía personal. Unas semanas después, como cada mes, la factura de la luz llegó a mi casa. ¡Marcaba 254€!

Vivo con mi pareja y en nuestra vida rutinaria no solíamos gastar mucho menos pero este número me alarmó más que de costumbre. No me podía permitir tener tanto gasto mensual en consumo eléctrico y fue entonces cuando decidí hacer algo al respecto.

Primero busqué en Internet y llamé a una amigas y familiares para que me explicaran cómo lo hacían ellos. Hice una lista de todos los consejos que me parecieron factibles y que se adaptan a la situación en la que nos encontrábamos y decidí seguirlos durante un mes:

Estas son las cosas que hice:

Discriminación horaria

Me informé en detalle sobre la discriminación horaria de mi tarifa eléctrica e hice todas las actividades que más energía consumen en estos horarios como poner la lavadora y la secadora.

Bono Social

Comprobé si la nueva actualización por motivo del COVID-19 del Bono Social me permitía solicitar esta ayuda económica y así fue.

Pequeñas acciones

Hice pequeñas acciones que no me costaron nada como no dejar las luces encendidas en las habitaciones que ya no estamos utilizando, apagar el WIFI por la noche y abrir las ventanas en vez de poner el aire acondicionado a la primera de cambio.

Controlar la temperatura de la nevera

Leí que la temperatura necesaria para conservar los alimentos en el frigorífico es de +5º y en el congelador de -18º. Yo lo tenía mucho más frío y entendí que no era necesario ya que no servía para mejorar la conservación de los alimentos.

Tender la ropa

Todos sabemos lo práctico que es poner la secadora pero la verdad es que consume muchísima electricidad. Así que aproveché el clima español que tenemos para tender la ropa en mi balcón y dentro de casa cuando llovía.

Calentar la comida en el microondas

Decidí calentar la comida que tenía preparada en el microondas en vez de ponerlo en el horno. Leí que el microondas consume un 60% menos de energía que el horno que consume mucho más.

 

Todo esto lo hice durante un mes y cuando llegó la gran temida factura me quedé muy sorprendida.

¡149€ de gasto!

¡Había conseguido reducir de aproximadamente 40% mi gasto de la luz, no me lo podía creer!

Nunca me hubiera imaginado que haciendo estas cuatro cosas insignificantes conseguiría ahorrar tanto. Obviamente lo seguí haciendo las siguientes semanas y ahora mi gasto eléctrico no es ni por asomo el que era antes.

Actualmente muchas personas, incluida yo, nos volvemos a encontrar en una situación muy precaria por el cierre de nuestro negocios. He creído conveniente compartir mi experiencia al respecto y espero que esto pueda ayudar a otras personas a conseguir reducir sus gastos eléctricos para que de alguna forma se sientan un poco más aliviadas.

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