En el área metropolitana de Barcelona se ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad con la inauguración de las primeras electrolineras que utilizan la energía recuperada del frenado del metro para cargar vehículos eléctricos. Esta iniciativa innovadora, que ya está en marcha en L’Hospitalet de Llobregat, es parte del programa europeo MetroCHARGE, desarrollado en colaboración entre el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y el Ayuntamiento de L’Hospitalet.
Una revolución en la carga de vehículos eléctricos
Los nuevos puntos de carga se encuentran en la rambla de la Marina, cerca de la estación de metro Bellvitge (L1). Estos cargadores rápidos están disponibles para todos los usuarios registrados en la aplicación AMB Electrolineres. Los usuarios pueden activar el servicio de carga desde la misma app, eligiendo entre distintos tiempos de uso: 30 minutos, 1 hora o 2 horas, dependiendo del tipo de conector que utilicen. Esto permite una mayor flexibilidad para los conductores, adaptándose a sus necesidades de carga.
El proyecto es pionero en Europa y ha sido cofinanciado por el Programa MOVES Proyectos Singulares II, con fondos procedentes del plan Next Generation de la Unión Europea. Este respaldo financiero subraya la importancia y el potencial de esta iniciativa para ser replicada en otras ciudades europeas.
Cargadores autosuficientes cerca de las estaciones de metro
El programa MetroCHARGE tiene previsto instalar seis electrolineras adicionales en varios municipios de la metrópolis de Barcelona, como Cornellá de Llobregat, San Adrià de Besós y Santa Coloma de Gramanet. Estas estaciones estarán siempre ubicadas cerca de paradas de metro, lo que subraya el enfoque del proyecto en la utilización de la energía generada por el transporte público, en una época en la que el precio de la luz sufre importantes cambios a lo largo del año debido a las tensiones internacionales y la volatilidad de los mercados.
Cada estación de carga dispone de dos equipos de recarga rápida de 50 kW, con tres conectores que pueden ser utilizados simultáneamente. Además, cuentan con dos plazas de estacionamiento por estación. Lo que hace que estos cargadores sean especialmente sostenibles es que son completamente autosuficientes desde el punto de vista energético. La electricidad que utilizan proviene tanto de la energía recuperada durante el frenado de los trenes como de paneles solares fotovoltaicos instalados en las cubiertas de las estaciones de metro.
Un avance hacia una red de carga más amplia
Las tarifas de luz con enfoque a planes para vehículos eléctricos suelen tener un coste por energía y coste en función del tiempo de utilización para vehículos eléctricos, algo que también ocurre en estas nuevas instalaciones, y es que para utilizar estos cargadores son de 0,30 €/kWh por la energía consumida y 0,399 €/minuto a partir del minuto 30 de uso. Este precio competitivo se suma a la comodidad de la ubicación estratégica de las electrolineras, lo que facilita el acceso y promueve el uso de vehículos eléctricos en la ciudad.
Actualmente, la red de AMB Electrolineras cuenta con 52 instalaciones de carga distribuidas en 31 municipios, permitiendo la carga simultánea de hasta 178 vehículos eléctricos o híbridos enchufables. Sin embargo, el plan es aún más ambicioso. Para finales de 2024, AMB tiene como objetivo ampliar su red pública de puntos de recarga a 102 electrolineras, lo que permitirá cargar al mismo tiempo hasta 367 vehículos eléctricos.
Esta iniciativa es un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica y la sostenibilidad pueden ir de la mano en búsqueda de una mejor eficiencia energética. Al aprovechar la energía generada por el metro, no solo se reduce la dependencia de fuentes de energía convencionales, sino que también se promueve una movilidad más limpia y respetuosa con el medio ambiente. Con proyectos como MetroCHARGE, Barcelona se posiciona como una ciudad líder en la transición hacia un futuro más verde y sostenible.
Comentarios