Las olas de calor son fenómenos climáticos cada vez más comunes en España, especialmente durante los meses de verano. Estas olas de calor no solo aumentan las temperaturas a niveles extremos, sino que también tienen un impacto significativo en la salud pública, la economía y la infraestructura. En este artículo, explicaremos los diversos efectos de las olas de calor en diferentes ámbitos y ofreceremos consejos prácticos para protegerse durante estos periodos de calor intenso. Además, analizaremos cómo el cambio climático está contribuyendo a la frecuencia e intensidad de estos eventos y las medidas que se pueden tomar para mitigarlos.

Impacto en la salud de la ola de calor

Las olas de calor en España tienen un impacto significativo en la salud, especialmente durante los meses de verano cuando las temperaturas extremas son más frecuentes. Un equipo de investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona ha analizado datos de hospitalizaciones en España durante un período de 14 años, y los resultados son alarmantes. Durante las olas de calor, el riesgo de hospitalización por trastornos metabólicos y obesidad se dispara un 97%. Este aumento se debe a que el cuerpo humano lucha para regular su temperatura, especialmente en personas con sobrepeso, donde la grasa corporal actúa como un aislante. Además, la insuficiencia renal aumenta un 77%, ya que el calor excesivo puede deshidratar el cuerpo y afectar los riñones. 

La sepsis, una respuesta inflamatoria a infecciones, incrementa un 54%, mientras que las intoxicaciones y enfermedades infecciosas suben un 47% y un 34%, respectivamente. En términos de vulnerabilidad, los niños menores de 1 año y los adultos mayores de 85 años son los más afectados, debido a su menor capacidad para regular la temperatura corporal. Además, hay diferencias significativas por sexo: los hombres tienen un mayor riesgo de hospitalización por lesiones, mientras que las mujeres son más propensas a ingresar por enfermedades parasitarias, endocrinas y metabólicas, respiratorias y urinarias. Esto muestra cómo el calor extremo puede afectar de manera diversa a diferentes grupos de población.

Provincias más afectadas

En España, las olas de calor no afectan a todas las provincias por igual. Según los datos del estudio, Zaragoza es la provincia con el mayor incremento de ingresos hospitalarios durante las olas de calor, con un aumento del 16%. Este incremento puede atribuirse a la combinación de altas temperaturas y la densidad de población. Las provincias de Gipuzkoa, Zamora y Barcelona también muestran aumentos significativos en las hospitalizaciones. En estas áreas, las temperaturas extremas exacerban las condiciones médicas preexistentes, llevando a más personas a necesitar atención médica urgente. 

Además del impacto en la salud, las olas de calor también afectan la economía. El uso intensivo de aire acondicionado durante estos períodos puede llevar a un aumento en la factura de la luz, afectando el presupuesto de las familias. Las comercializadoras de luz también enfrentan desafíos para satisfacer la alta demanda de electricidad. Este es un buen momento para considerar alternativas sostenibles, como la instalación de placas solares. Las energías renovables no solo ayudan a reducir el impacto ambiental, sino que también pueden proporcionar una fuente de energía más estable y económica durante los picos de demanda. Las olas de calor tienen un impacto considerable tanto en la salud pública como en la economía, y es muy importante que las provincias más afectadas tomen medidas preventivas y de adaptación para proteger a sus habitantes.

Consejos para protegerse del calor

Protegerse del calor extremo es vital para mantener la salud durante las olas de calor. Aquí algunos consejos prácticos para minimizar los riesgos:

  • Beber agua constantemente, incluso cuando no se tiene sed, para mantener el cuerpo fresco y funcionando correctamente.
  • Utilizar ropa ligera y de colores claros, que reflejen la luz del sol en lugar de absorberla.
  • Evitar la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
  • Buscar sombra y utilizar sombreros y gafas de sol para prevenir el golpe de calor.
  • Utilizar ventiladores y aire acondicionado, considera algunas tarifas de luz especiales para verano o segundas residencias.
  • Buscar lugares frescos como centros comerciales o bibliotecas como alternativa económica para mantenerse fresco.
  • Utilizar protector solar de amplio espectro para proteger la piel de los dañinos rayos UV.
  • Evitar realizar actividades físicas intensas durante las horas más calurosas.

Estos simples pasos pueden ayudar a reducir significativamente los riesgos asociados con el calor extremo.

Alertas y previsiones

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es la encargada de la emisión de alertas por olas de calor en España. Estas alertas son muy importantes para informar a la población sobre las condiciones climáticas extremas y las medidas que deben tomarse para protegerse. 

Según la AEMET, se espera que las temperaturas alcancen hasta 38°C en áreas del sur, como el valle del Guadalquivir. Estas condiciones extremas no solo afectan la salud, sino también la infraestructura y el consumo energético.  Además, la AEMET ha advertido sobre «noches tropicales«, en las que las temperaturas no bajan de los 20°C, dificultando el descanso nocturno. Estas condiciones pueden exacerbar problemas de salud como el insomnio y el agotamiento por calor, para estos casos es interesante considerar una tarifa de luz nocturna, dónde el precio de la luz es más bajo por la noche. Mantenerse informado a través de fuentes confiables y tomar medidas preventivas puede ayudar a minimizar los riesgos asociados con las olas de calor

Impacto del cambio climático

El cambio climático está alterando los patrones climáticos globales, y España no es la excepción. La frecuencia e intensidad de las olas de calor están aumentando, afectando no solo a la salud de las personas, sino también a la economía y la infraestructura. En 2023, España experimentó múltiples olas de calor severas, con temperaturas que superaron los 40°C en varias ocasiones. Estos eventos extremos son una clara señal de los efectos del cambio climático.

Las comercializadoras de luz también están adaptándose a estos cambios, ofreciendo tarifas más competitivas y promoviendo el uso de energías limpias. Tanto el gobierno como los ciudadanos deben tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los nuevos patrones climáticos. Esto incluye invertir en infraestructuras resistentes al clima, mejorar la eficiencia energética y promover prácticas sostenibles en todos los sectores de la economía. En resumen, el cambio climático está aquí, y sus efectos son cada vez más evidentes. Actuar ahora es crucial para proteger nuestro futuro y garantizar un planeta habitable para las próximas generaciones.

Así es cómo ha evolucionado la temperatura media de España entre 1961 y 2018: Fuente: Agencia Estatal de Meteorología

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